Llega el verano, y con él las buenas temperaturas, que hacen que enseñemos más piel que en otras épocas del año, dejando al descubierto los tatuajes que normalmente protegemos bajo la ropa.
Es momento de lucirlos, pero también de cuidarlos más que nunca porque, aunque no lo sepas, los rayos de sol broncean tu piel y a su vez aclaran los tatuajes debido a que oxidan los pigmentos con los que está realizada la tinta, haciendo que disminuya su color.
Esto es más importante todavía tenerlo en cuenta si te lo acabas de realizar recientemente, ya que hasta que no pasa al menos un mes, la piel todavía está cicatrizando incluso si su buen aspecto te da la falsa impresión de que ya está curada.
En ese caso siempre se recomienda no exponer esa parte de la piel al sol durante los siguientes 15 días tras tatuarte y si encima lleva colores como el rojo o el amarillo, debes extremar las precauciones, puesto que esos tintes con el contacto solar pueden generarte alergias en forma de enrojecimiento y picazón.
Todo esto no significa que en verano tengas que meterte todo el día en casa y sólo salir cuando se ha ido el sol o cubrirte con manga larga y asarte de calor; simplemente, para disfrutar de tus tatuajes y que se mantengan perfectos por más tiempo, basta con que les dediques un poco de atención.
Tips para cuidar tus tatuajes en verano
Si tu tatuaje es muy reciente pero no quieres renunciar a tus planes veraniegos, toma nota de cómo puedes ayudarle durante su proceso de curación:
- Cada vez que lo laves, hazlo con suavidad, utilizando un jabón específico con ingredientes calmantes y, por supuesto, lávate primero las manos para eliminar las bacterias que puedan infectarlo.
- Aunque está claro que en verano hace más calor y nuestra piel suele estar más húmeda, trata de evitar la humedad en tu tatuaje, dejando que se seque al aire libre o, si terminas de lavarlo, utilizando una toalla de algodón, presionando suavemente sobre él, pero sin frotar. Queda totalmente prohibida la sauna.
- Cada vez que te duches, intenta que sean duchas de corta duración y con el agua a temperatura no demasiado alta, ya que el agua caliente abre los poros de la piel y puede hacer que se pierda tinta, además de ocasionarte dolor o picor.
- Por supuesto, ni se te ocurra exponer el tatuaje a la luz solar directa o a los rayos UVA de la cabina de bronceado, al menos durante el primer mes desde que te lo has hecho.
- Tampoco es conveniente que tomes baños en agua salada y limita la práctica deportiva intensa hasta que no haya pasado un tiempo prudencial de curación del tatuaje.
- Evita la tentación de tocar permanentemente tu nuevo tatuaje o de rascarte esa zona, pues podrías dañar su forma o sus colores. Es normal que mientras está cicatrizando pique un poco, forma parte del proceso de recuperación de la piel.
- Utiliza una crema hidratante especial para tatuajes para ayudar a la piel a regenerarse correctamente, que además de proporcionar alivio y formar una capa protectora sobre el tatuaje, la protegerá frente a posibles afecciones cutáneas que pudieran producirse.
Las 3 cremas para tatuajes más recomendadas
Si andas un poco perdido/a con el tema, aquí tienes una selección de 3 cremas con las que podrás mantener bonitos y cuidados tus tatuajes:
Una pomada con una fórmula específica para proteger la piel tatuada, hidratarla, pero dejando que transpire para regenerarse perfectamente. Entre sus componentes incluye vitamina B5, un nutriente que ayuda a la piel a verse suave y saludable, y que también tiene acción antiinflamatoria, con lo que la calma en el proceso de curación.
Una crema formulada con manteca de karité y aceite de rosa mosqueta, dos ingredientes conocidos por sus beneficios para reparar la piel, nutrirla y reducir la inflamación. Además, también incluye Aquaxyl, un principio activo de origen vegetal con múltiples funciones como hidratante y reestructurante, que estimula la producción de ácido hialurónico.
Otro de sus beneficios es que contiene factor de protección solar 25, por lo que es un producto muy recomendado para aplicar sobre los tatuajes que ya llevamos hechos más tiempo, conservando su color y su trazo frente a los efectos de los rayos solares.
Un bálsamo cutáneo con ingredientes activos como el pantenol y el bisabolol, este último un extracto de origen vegetal empleado en cosmética por su capacidad de acelerar el proceso de curación y cicatrización de la piel.
Por otro lado, la glicerina proporciona hidratación y actúa de barrera protectora, calmando la piel y conservando su humedad natural para que no se reseque y pueda regenerarse de forma óptima.
No contiene alcohol, ni perfume o colorantes y conservantes que puedan causar irritación.
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